martes, 27 de diciembre de 2011

Cuando se acaba la prestación por desempleo. Empieza la verdadera crisis.

En España, el número de perceptores de prestaciones contributivas por desempleo está disminuyendo desde los primeros meses de 2010. Esta disminución es una consecuencia de que cada vez más trabajadores agotan el período en el que tenían derecho a recibir este tipo de prestaciones. Su única alternativa es recibir la menor (y limitada en el tiempo) ayuda a los parados sin protección o recurrir, finalmente, a rentas de inserción.



¿Qué tipo de ayuda les espera?

Una vez agotado el periodo de prestación contributiva, el trabajador tiene derecho a alguna prestación asistencial, cuyas características dependen de diversos supuestos, esencialmente, la edad del trabajador (distinguiendo tres tramos de edad: menos de 45 años; 45 o más años y mayores de 52 años), el número de meses cotizados en los seis años anteriores, y si existen responsabilidades familiares (además de carecer de rentas individuales y familiares significativas). Esto determina la duración de la prestación y su cuantía pero, en general, la cuantía es de 426 euros/mes y la duración máxima variable (por ejemplo: seis meses para mayores de 45 años sin responsabilidades familiares; 24 meses para menores de 45 años con responsabilidades familiares; hasta la jubilación para los mayores de 52 años, si no tiene derecho a subsidio). Finalmente, pueden acogerse al Plan Prepara, una prestación asistencial que sustituyó al PRODI (Plan temporal de protección por desempleo e inserción), que se dio por terminado en febrero de 2011. Esta ayuda la ha estado dando el Servicio de Empleo desde el 15 de Febrero de 2010 como salario a los cursos de formación que reciben los desempleados, se terminó el 15 de Agosto de 2011, y se prorrogó de nuevo por otros 6 meses más en dos ocasiones. Sólo se pueden beneficiar de esta prórroga los nuevos desempleados que terminen su prestación o subsidio entre el 16 de Agosto de 2011 y el 15 de Febrero de 2012, siempre que no se hayan beneficiado previamente del PRODI o de otro periodo del Plan Prepara. Supone una ayuda de 400 euros, como un salario para los cursos de formación, por un máximo de seis meses.
Adicionalmente, cuando el parado no tiene derecho a los anteriores subsidios y carece además de rentas, puede acogerse al programa de Renta Activa de Inserción, para personas mayores de 45 años, con más de un año en paro; su cuantía es la misma que la prestación asistencial, con una duración máxima de 11 meses.
No se trata sólo de una cuestión de ingresos. Pero también ésta es una cuestión destacable. La cuantía media bruta de los beneficiarios de una pensión contributiva era en 2011 de 862 euros (Fuente: Ministerio de Trabajo);  con una prestación asistencial, la cuantía normal es de 426 euros, o los 400 euros del Plan Prepara. Además, ni el Plan Prepara, ni la Renta Activa de Inserción dan cobertura a desempleados entre 30 y 45 años, sin responsabilidades familiares.

La tasa de cobertura de las prestaciones por desempleo

La tasa de cobertura de las prestaciones por desempleo se define como el número de beneficiarios de prestaciones por desempleo (contributivas, asistenciales, renta activa de inserción), respecto al número total de desempleados. Para realizar este cálculo puede tomarse como referencia número de desempleados recogido por el SEPE (parados registrados), o el número de desempleados según la EPA (que aproxima el verdadero desempleo). En la siguiente gráfica se muestra la evolución de ambas series. Puede observarse que la tasa de cobertura basada en las cifras de la EPA es en al año 2011 baja (57,82%, media de los tres primeros trimestres), disminuyendo además desde el año 2007, cuando alcanzó un máximo del 77,51%.


Detrás de esta disminución se encuentra una nueva composición de las prestaciones por desempleo. Ya se ha mostrado que el número de parados que reciben prestaciones contributivas ha disminuido desde el año 2010. Esto implicaría, en principio,  un aumento de las prestaciones por nivel asistencial. Pero también las prestaciones asistenciales han empezado a disminuir en el año 2011.
Esto implica que algunos desempleados dejan ya de percibir prestaciones asistenciales. En 2011, las prestaciones contributivas representan el 46,57% del total de prestaciones, las prestaciones asistenciales ya las superan, con un 47,06% del total, y aumenta el porcentaje de trabajadores que reciben la renta activa de inserción (alcanzando el 6,37% del total).
Prestaciones contributivas
Prestaciones asistenciales
Renta activa de inserción
Total
2001
45,59
53,71
0,70
100
2002
47,34
48,41
4,25
100
2003
52,25
46,40
1,35
100
2004
52,53
44,36
3,11
100
2005
53,04
43,12
3,83
100
2006
54,15
41,99
3,86
100
2007
54,89
40,50
4,61
100
2008
60,67
35,61
3,72
100
2009
60,60
35,84
3,56
100
2010
48,37
47,50
4,13
100
2011
46,55
47,18
6,26
100


Concluyendo
Desde principios de 2010 el número de perceptores de prestaciones de paro disminuye, y eso a pesar de que el número de parados no cesa de aumentar. Respecto a la situación social de los parados, la crisis ya ha superado dos puntos críticos. El primero, el momento en el que empieza a disminuir el número de parados que perciben prestaciones contributivas; el segundo, cuando (tras haber aumentado brutalmente) los parados con prestaciones asistenciales también empiezan a descender. Fuera de esto, sólo queda la renta mínima de inserción, una prestación que tiene como finalidad garantizar unos ingresos mínimos vitales (con importes progresivos a partir de 370 euros al mes y que varía según comunidades autónomas). El colectivo de desempleados sin prestaciones se está nutriendo de los parados de larga duración, y el incremento de este colectivo parece imparable. En el tercer trimestre de 2011, este colectivo suponía un porcentaje igual al 48% del total de parados. El perfil social de aquellos que se convierten en parados de larga duración es también preocupante. Respecto al perfil observado en la anterior etapa de crecimiento económico, en la actualidad, el parado de larga duración es de mayor edad, a la vez que deja de tener tanto peso el colectivo de mujeres. Su nivel de estudios es asimismo menos elevado, aumentando el peso de los trabajadores con estudios intermedios. Los datos sugieren que la pérdida de prestaciones está afectando a trabajadores que están en un momento maduro de su vida, con niveles de estudios bajos o medios y, posiblemente, definidos como sustentadores principales del hogar. En un momento en el que las familias se enfrentan a un elevado nivel de endeudamiento (principalmente consecuencia de la alta deuda hipotecaria), la situación de los parados españoles es en estos momentos explosiva.

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