domingo, 18 de diciembre de 2011

Los miniempleos y el salario mínimo interprofesional

La principal razón del incremento de las exportaciones alemanas ha sido la congelación de los costes salariales durante los últimos años. No se trata de incrementos de productividad, ni de una mayor eficiencia, sino de la contención salarial. Como explicaba Rafael Poch en la Vanguardia, en Alemania “una de cada cuatro relaciones laborales está marcada por el subempleo y la precariedad. Si en 1995 el subempleo afectaba al 15% de la masa laboral, hoy lo hace casi al 25%: 7,3 millones de personas. Lo que para unos es un avance empresarial para "flexibilizar el mercado laboral", para otros es un eufemismo de degradación y desempleo encubierto”. El informe anual de la UNCTAD de 2010 realizaba una comparación de la evolución de salarios y empleo en Alemania y Francia, resaltando las consecuencias negativas sobre el consumo de la política salarial alemana.

El pasado agosto, el Banco Central Europeo envió una carta al gobierno español exigiéndole una “devaluación competitiva” de los salarios y la creación de una nueva categoría de empleos, con sueldos por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI), los miniempleos o minijobs. Este tipo de contrato (una forma de trabajo a precario y a tiempo parcial) fue diseñado en Alemania en 1999, generalizándose a partir del año 2003, con las llamadas reformas "Hartz". La remuneración mensual máxima de un miniempleo es de 400 euros. El empresario abona el 2% a Hacienda y el 28% a la seguridad social: el 15% al seguro de pensiones y el 13% al seguro de enfermedad. La pensión resultante de un empleo de 400 euros asciende a menos de tres euros al mes por año trabajado. El trabajador o la trabajadora no disfruta, en contra de lo que sucede con los derechos laborales, de los mismos derechos que otorga una ocupación a jornada completa o con un salario superior a los 400,00€ mensuales.  Estos trabajos al no pagar cuotas al seguro de paro no generan derecho a la prestación por desempleo, tampoco se tiene derecho a la asistencia sanitaria.

En principio, se trataba de regular los empleos de carácter excepcional y regular el trabajo negro. Se facilitaba a las empresas la contratación flexible, con salarios bajos, teniendo como ventaja para el trabajador su inclusión en el seguro obligatorio de pensiones y el mantenimiento de alguno de sus derechos laborales (en caso de enfermedad tiene derecho a cobrar hasta seis semanas,  derecho a cuatro semanas de vacaciones pagadas, protección frente al despido).

Sin embargo, su puesta en práctica ha supuesto la extensión de este tipo de contrato más allá de su objetivo inicial. En la actualidad hay en Alemania 4,9 millones de personas exclusivamente ejerciendo un miniempleo y 2,4 millones que tienen un miniempleo como segunda ocupación., como consecuencia de este tipo de medidas, se ha generalizado la precariedad laboral y el subempleo. Consideran que ha sido uno de los elementos clave de la generalización de la precariedad laboral y el subempleo. Según la información de Rafael Poch en La Vanguardia,” si en 1995 el 15% de los empleados entraban en la categoría general de "trabajadores con sueldos bajos", hoy son casi el 25% de los empleados alemanes: 7,3 millones de personas, según el último recuento. Eso quiere decir que una de cada cuatro relaciones laborales está marcada por el sello de la precariedad en Alemania. Aunque tienen los mismos derechos que los trabajadores en régimen normal, los trabajadores de este segundo sector del mercado laboral cobran mucho menos”.

El salario mínimo interprofesional

El salario mínimo interprofesional (SMI) fija los ingresos mínimos que percibirá un trabajador, referido a la jornada legal de trabajo, sin distinción de sexo u edad de los trabajadores, sean fijos, eventuales o temporeros. En el año 2011 el SMI está situado en 641,4 euros mensuales (14 pagas anuales), y aunque en términos nominales es superior al de los años anteriores, al expresarse en euros constantes, se observa que su valor en términos de capacidad de compra ha disminuido.
El SMI actúa garantizando que el trabajador, aunque carezca de capacidad negociadora frente al empresario, reciba como mínimo unos ingresos socialmente pactados. La importancia del efecto del SMI sobre la estructura de ingresos puede ilustrarse sobre el histograma de ingresos de los asalariados. Empleando la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, se pueden aproximar las distribuciones de los ingresos de los asalariados.  En las siguientes gráficas se muestran los histogramas de los ingresos salariales correspondientes a los años 2006 y 2010, señalándose el valor del SMI en cada año. El SMI define un nivel institucional, por debajo del cual no sería económica y socialmente posible realizar un contrato, actuando por tanto como una barrera al descenso de los salarios.
Según la Encuesta de Estructura Salarial (INE), en 2009 un 10,02% de los asalariados tenían unos ingresos iguales o inferiores al SMI. Este alto porcentaje confirma la importancia de su existencia como un obstáculo a una mayor degradación de los ingresos. Aunque el SMI afecta directamente a los trabajadores con menores ingresos, también actúa como una referencia para los siguientes segmentos de ingresos, especialmente para aquellos que reciben más de 1 y menos que tres veces el SMI.

¿Cuál sería en este contexto el efecto de los miniempleos?

El miniempleo se convierte en un nuevo salario mínimo de referencia, evitando la legislación algo más protectora del SMI. La única justificación “razonable” para proponer este contrato sería que permitiría nuevas contrataciones. Esto es, sin embargo, cuestionable. Su efecto inmediato será un mayor porcentaje de trabajadores recibiendo ingresos por debajo del SMI. Las experiencias anteriores del mercado laboral permiten deducir que contratos temporales o incluso algunos indefinidos pueden reconvertirse a este nuevo tipo de contratos. En Alemania, donde no existe el salario mínimo, entre 2001 y 2008 se han perdido 2,1 millones de empleos a jornada completa, mientras que se han creado 1,1 millones de empleos a tiempo parcial y medio millón de empleos provisionales en empresas de trabajo temporal (Fuente: Andy Robinson, La Vanguardia). Aún aceptando que se crearan nuevos empleos, la contratación en condiciones precarias y con salarios inferiores a los definidos por el SMI implicaría una nueva subclase entre los trabajadores, caracterizada por unas condiciones laborales calificables de superviviencia. Por último, el efecto de contención del SMI no sólo afecta directamente a los salarios más bajos, sino que supone un valor de referencia en la negociación de todos los salarios, de manera que la irrupción de un SMI virtual de menor valor tendería a reducir el conjunto de salarios y, especialmente, aquellos situados entre 1 y 2 veces el SMI.

1 comentario:

  1. muchas gracias por tus palabras, la verdad es que no todos tenemos las mismas oportunidades para encontrar trabajo o poder formarnos, o poder incluso hacernos emprendedores. yo soy partidaria de hacer de tu talento, tu profesion por lo que animo a que encontremos ayuda mediante miniempleos la verdad. En España puede ayudarnos entre los desempleados si, la verdad es que hay webs que te ayudan bastante a estos miniempleos, como por ejemplo Minijobs . No creo que sea la respuesta a la gran crisis laboral actual pero ayudaría a muchos particulares.

    #Suerte

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